Con el establecimiento del termopolio en la antigua Roma, nació el concepto de ofrecer comidas para llevar.
Se trataba de una cocina callejera improvisada que proporcionaba comida caliente como única opción para las personas sin medios para gestionar una cocina. Se han descubierto termopolios entre los restos de Pompeya.
Los aztecas fueron otra cultura que ayudó a dar forma a la cocina para llevar. Había carritos de comida que vendían comida rápida, sobre todo tamales, en sus mercados al aire libre.
Pero en Italia, la primera entrega de comida conocida se produjo en 1889, cuando Raffaele Esposito recibió el encargo de llevar una pizza al palacio de los reyes Umberto y Margherita en Nápoles.
En la historia culinaria se atribuye a Esposito la invención de la pizza Margarita, que elaboró con tomates, mozzarella y albahaca para simbolizar los colores de la bandera italiana y dar el nombre de la reina.
La década de 1950 fue testigo del crecimiento del hogar en Estados Unidos. Las familias, en su mayoría de la creciente clase media, pasaban el día frente al televisor, que era el objeto más caro de la época. Como consecuencia, el número de clientes del negocio de la restauración disminuyó constantemente.